Abrevió de una buena pedrada la vida abyecta de Felipe Sermoyse
De raso negro, bordeada de armiño y con gruesos alamares de plata y de ébano
El desierto jardín de madrugada
El gavilán que suelta en el aire la paloma
En vez de calcular, vámonos todos al circo
Hagamos entonces homenaje a la bestia endurecida y abstrusa
Hay en Zapotlán una plaza que le dicen de Ameca
Hoy me detuve a contemplar este curioso espectáculo
Huyendo del espectáculo de su felicidad bochornosa
Sobre la hierba del prado danza la musa de Aristóteles