Bella es mi Ninfa, si los lazos de oro
Claras lumbres del cielo y ojos claros
¡Cuántas veces te me has engalanado
Doliente cierva, que el herido lado
Esta es, Tirsis, la fuente do solía
La blanca nieve y la purpÚrea rosa
Noche que en tu amoroso y dulce olvido
Sigo, silencio, tu estrellado manto