TABARÉ
LIBRO PRIMERO
CANTO PRIMERO
IV
A las tribus lejanas
Convocan las hogueras
Que encendió Caracé sobre las lomas
Como gritos de fuego y de pelea.
Caracé, en cuyo cuerpo
Las heridas se cuentan
Como las manchas en la piel del tigre,
Y por eso le prestan obediencia.
Caracé, en cuyo toldo
Las pieles y sangrientas cabelleras
De los caciques yaros y bohanes
Que tu brazo arrancó, prueban su fuerza;
Que tiene diez mujeres
Que aguzan las espinas de sus flechas,
Y los fuegos encienden de su toldo,
Y el jugo de las plantas le fermentan,
Nadie sabe los fríos
Que ha vivido el cacique; pero cuentan
Que allá en el tiempo de los soles largos,
Al Uruguay llegó, desde la sierra.
Lejana, muy lejana,
Que ve salir el sol, cuando las ceibas
En que hoy anida el águila, sentían
Correr la savia en su primer corteza.
Ya entonces había visto
Cruzar las lunas en las horas lentas;
Pero aún es joven cual si con sus manos
Contar sus fríos Caracé pudiera;
Aun en sus fuertes dedos
Es la maza de piedra
El brazo de la muerte que en las tribus
Derrama el frío que en Ion huesos queda.
Juan Zorrilla de San Martín