TABARÉ
LIBRO PRIMERO
CANTO PRIMERO
V
¿Por qué el viejo cacique
A las turbas congrega,
Toma la maza y apercibe el arco
Que nadie sino él cimbrar intenta?
¿Por qué bajo sus párpados
Brilla con luz siniestra
La pupila pequeña y prolongada
En que se encienden sus miradas fieras?
¿Acaso los bohanes
La vencida cabeza
Alzan de nuevo, y su guerrera lanza
Del charrúa clavaron en la selva?
¿Acaso al otro lado
Del río como mar, las humaredas
Se ven del indio querandí, y provocan
Del Uruguay la tribu turbulenta?
No: Caracé no teme
Que los indios se atrevan
A encender junto al Hum un solo fuego
Mientras seis lunas a brillar no vuelvan.
Lo que hace que el cacique
Ciña a su frente estrecha
Las plumas de avestruz, y ajuste el ardo,
Y al par del fuego, su mirada encienda,
Es que tendido estaba
En la playa desierta,
Cuando vio que cruzaba por las islas
Del Paraná-Guazú, piragua inmensa.
Que como garza enorme,
Flotaba entre la niebla
Dando a los aires las extrañas alas,
Y volando con rumbo a la ribera.
El Uruguay en vano
Sale a su encuentro y ladra bajo de ella;
En vano, con sus olas encrespadas,
Sus costados airados abofetea;
La nave altiva:
Lanza un grito del cielo que retiembla,
Llega a la costa y, agarrando al río
Por la erizada crin, en él se sienta.
Juan Zorrilla de San Martín