¡SILENCIO!
Tú sabes que tu afán es prematuro;
tú sabes que no es tiempo todavía
de que derrame el suspirado día
luz de justicia sobre el antro obscuro.
Si el porvenir es sordo a tu conjuro,
si es inútil tu ardor en la porfía,
calla y contempla con mirada fría
las penumbras inquietas del futuro...
Canta al sol, cuando el sol bese la cumbre,
pero hoy, sumido en ti, sella tu boca:
¡y que ruede a tus pies la muchedumbre!
¡Más vale ser, guardando el pensamiento,
mudo y firme a la vez como una roca,
que hablador y voluble como el viento!
1900.
José Santos Chocano