EVOCACIÓN
Hay un rumor denso y febril,
Como labor en un panal
Los abanicos de marfil
Dicen un leve madrigal;
Y en la sutil conversación
Se desenvuelve un rigodón,
En que el orgullo de las golas
Resalta, en lírico vaivén,
Sobre las olas de las colas
Que van paseando su desdén...
Esta es la hora evocadora
De un tiempo amable que pasó:
El candelabro que la llora,
Sabe en el mármol que esta hora
Late en el bronce del reló.
En los espejos venecianos
Ríe la pompa colonial;
Piedras preciosas en las manos;
Prismas sonoros y livianos
En las arañas de cristal...
No sé qué vieja golondrina
(Pienso en aquella que una espina
Quitó a la sien del Redentor)
Viene a anidar trémula y fina
En la peluca de un Oidor...
Los ornamentos de brocado
En la casaca del Virrey
Secretamente han palpitado,
Bajo la luz que les ha dado
Tu impertinente de carey...
Tras el respaldo de tu asiento.
De pie y la mano al corazón,
Te voy contando un lindo cuento.
Mientras que, a un paso suave y lento,
Se desenvuelve el rigodón.
Cierta embriaguez hay en el giro
De los danzantes: ¿No es quizás
Mejor la calma en que te miro
Y te recojo en mi suspiro
Y voy hablándote a compás?...
Esta es la hora evocadora
De un tiempo amable que pasó:
Nostalgia oculta me devora,
Por la elegancia de esta hora
Con que tú sueñas como yo.
Esta nostalgia es la que llena
Mi corazón, que enfermo está,
¿Por qué el misterio de esta pena
Que turba mi hora más serena?
¿Por ti?... Por mí... ¿Por quién será?
José Santos Chocano