LA IGUANA
Breve dragón sin alas, de figura
expresiva y sagaz, en la maleza
te escurres con la fina sutileza
de un disimulo que escapar procura:
tal, si el prodigio de tu escama dura
es rastrero y es torpe tu cabeza,
hay algo en ti de heráldica belleza
que te hace merecer una escultura.
Como dragón simbólico, aunque breve,
cuando el Sol con cien chispas te engalana,
eres, toda alargada o hecha un nudo,
digna de que tu enérgico relieve
se enrosque en en jarrón de porcelana
o se extienda en el bronce de un escudo...
José Santos Chocano