AÑORANZA
Fue una noche toda llena de ilusiones,
fue una noche toda llena de recuerdos...
En las amarillas teclas resonaban
nuevas variaciones sobre asuntos viejos.
La tertulia de las gentes nobiliarias
era digna de la pompa de otros tiempos,
cuando floreclan tantos despotismos,
duros aunque nobles, malos aunque bellos...
Un artista completando la pintura
de ese baile lan antiguo por su aspecto,
dado les hubiese golas a las damas
y casacas verdes a los caballeros.
Las arañas, adormidas entre tules,
despertaron esa noche de su sueño;
y eran como ramas que refloreciesen
en la primavera de cien mil destellos,
Las alfombras que yacían en la sala
sin que un paso las sacase del silencio,
esa noche estaban llenas de rumores
bajo el regocijo de los taconeos...
Los divanes, con sus sedas ya borrosas
y la gala ya marchita de sus flecos,
cual lacayos mudos la fatiga a veces
en sus firmes brazos iban recogiendo...
Los tapices y los cuadros eran cosas
de Virreyes, que venían, de otros tiempos,
a tomar el fino brazo de las damas
y a charlar en grupo con los caballeros.
Los tapices y los cuadros, entre todos
los danzantes, proyectaban sus diseños;
y así se mezclaban con las gentes nuevas
las gentes antiguas sobre los espejos...
Yo delante de un azogue te detuve
a que vieses las figuras de los lienzos:
tus ojos miraron golas en las damas
y casacas verdes en los caballeros...
Y al quedarnos sorprendidos, de repente,
nos dijimos : —¿Te recuerdas?— ¡Me recuerdo!—
Eran los Virreyes que resucitaban:
nuestras almas eran en distintos cuerpos.
Te colgaste de mi brazo nuevamente;
y, a medida que seguimos el paseo,
nuestras dos figuras se mulliplicaron
cuatrocientas veces sobre los espejos...
José Santos Chocano