EL ALA DEL ÑANDÚ
El ñandú en las pampas huye perseguido
por el fiero gaucho; y, en carrera loca,
corre presuroso, corre, corre, corre,
tanto que parece que ni el suelo toca.
Mide la llanura con sus bruscos saltos...
Nadie lo protege, nadie lo socorre;
pero, al acicate de su propio miedo
que le da más fuerzas, corre, corre, corre...
Lo persigue el gaucho sobre el ágil potro;
se oye el galopante casco que retumba,
el fragor de estribos, el runrún de espuelas
y el zig-zag de un lazo que en el aire zumba.
Y cuando ese lazo gira y se desdobla,
el ñandú, al sentirlo, cree en su torpeza,
que está libre solo con abrir un ala
y esconder debajo luego la cabeza.
¡Y es porque presiente que más tarde esa ala
se abrirá en las manos de una dama hermosa,
que también, a veces, cubrirá con ella
la coquetería de su faz de rosa!
José Santos Chocano