EL ADIÓS DE LOS EMIGRANTES
¿Adónde irá la nave empavesada?
A la India, a la tierra milagrosa
de Colón e Isabel (¡oh lauro! ¡oh rosa!)
Y da el rumbo la punta de una espada.
Por donde ayer el peto y la celada,
va esta nueva Conquista luminosa,
que, al despedirse, en las riberas posa
la fatiga que siente en su mirada.
Huye la nave... Y ven los peregrinos,
de pronto, entre sus tierras y los cielos,
una hilera de pájaros marinos,
que ondula con artístico donaire,
cual si fuese el adiós de cien pañuelos
suspensos y agitados en el aire...
José Santos Chocano