DEDICATORIA
II
No tienen mis estrofas sino calor y vida:
la villa les da el Ande y el trópico el calor;
y si hay en esta gruta donde hago mi guarida
un verso delicado, será como una flor.
Mi símbolo es la gala de una caoba erguida
que llena todo un bosque de penetrante olor;
Mis versos son a modo de un ímpetu sin brida:
los cuernos del bisonte, las alas del cóndor.
¡Oh Rey de las Españas: entrad en mi boscaje!
La musa que me inspira sólo es una salvaje
que se echará de hinojos ante el poder real.
Os tomará la diestra y os besará en el sello:
y bastará, que en cambio, le deis para su cuello
multicolora sarta de cuentas de cristal...
José Santos Chocano