EL PINZÓN Y LA URRACA
—Enséñame una canción.
—Dijo la urraca habladora
Al gayo y diestro pinzón
Que saludaba a la aurora.
—¿A ti? —repuso éste—, ¡vaya!
No te burlarás de mí;
A pájaros de tu laya
¿Quién pudo enseñarles, di?
—¿Y por qué? —Porque es preciso
Para aprender, escuchar,
Y un charlatán nunca quiso
Dejar hablar, sino hablar.
Rafael Pombo