EL GATO MENTIROSO
Dio muerte el gato a un turpial,
Y el Perro, entre airado y triste,
Dícele: —«¡Monstruo! ¡tú fuiste!»
Y aquel responde: —«No hay tal».
La boca del criminal
Entonces el Can huele y toca,
Y al ver que no se equivoca
Lo hace pedazos, gruñendo:
—«La mentira es vil remiendo
Que asoma siempre en la boca».
Rafael Pombo