LOS OLVIDADOS
Nadie se acuerda ya que ellos pasaron
con una luz, con un dolor y un sueño
por un planeta amargo…
Y fueron como ángeles, amaban
y reían bajo los cielos claros,
lloraban en la noche y confundían
sus sueños con los astros.
Nadie se acuerda ya de aquellos hombres.
Los vimos por las calles, por los campos,
altos y alegres como el chopo nuevo
entre los aires blandos.
Nadie se acuerda ya que ellos tenían
llenos de amor los ojos y los labios;
Nadie recuerda ya que penas hondas
los iban devorando.
Hoy los vemos pasar, tristes y solos,
por esas calles de impasible asfalto.
Rafael Morales