Todo me lo tengo merecido, patrón, no prenda la luz.
Automóviles silenciosos de una ciudad extranjera.
No tengo idea dónde estoy, qué lugar es éste,
la última imagen de la realidad, al menos que yo me acuerde,
era una muchacha cerrando las cortinas metálicas
de un bazar.
¿Qué sucedió con esa muchacha?
Lo ignoro, sólo recuerdo que era pelirroja
y que me miró unos instantes
y luego echó a caminar calle abajo
hacia el centro de este pueblo miserable.
Roberto Bolaño