BIEN BELLOS SON LOS PÁJAROS
Bien bellos son los pájaros que a las doce de la noche cantan
en autobuses abandonados
y bella la pequeña luz de algún bar
para que tú digas que tienes 18 años, para que yo
me tropiece con el júbilo disfrazado de Mandrake el Mago
para oír tus historias de árboles y bicicletas
todo en llamas el barrio; saber que vives
con un poeta adolescente, en su cama dura, entre sus brazos
tatuados por la muerte, y entonces bajo qué canto
puedo amarte, bajo qué luz puedo pasar mis dedos
por tus labios, en qué tierra revolcarme desnudo contigo
y hacerte el amor
si yo sé
que te vas a quedar mirándome como si fuera el viento o lloviera
sobre los zoológicos, sobre las flores, sobre las sillas de
fierro,
sobre nuestras mentes casi dispuestas
si yo sé
que te vas a ir mordiéndote los labios
mirando tu cuerpo reflejado en las vitrinas, más sola
que Juana de Arco
niña de pelo negro, historias de muchachos asombrados
niña de boca blanca, el humo de nuestros cigarros, colmando
la noche de tu ternura.
Roberto Bolaño