La muerte también tiene unos sistemas de claridad.
No me sirve (lo siento por mí, pero no me sirve) el amor
tentacular y solar de John Varley, por ejemplo, si esa mirada
lúcida que abraza una situación no puede ser otra mirada
lúcida enfrentada con otra situación, etc. Y aun si
así fuera, la caída libre que eso supone tampoco me sirve
para lo que de verdad deseo: el espacio que media entre la desconocida
y yo, aquello que puedo mal nombrar como otoño en Gerona, las
cintas vacías que nos separan pese a todos los riesgos.
El instante prístino que es el pasaporte de R. B. en octubre de
1981, que lo acredita como chileno con permiso para residir en
España, sin trabajar durante otros tres meses. ¡El
vacío donde ni siquiera cabe la náusea!
Roberto Bolaño