A UNAS FLORES
Flores que ayer cubiertas de rocío,
a los destellos de la luz primera,
fuisteis de venturosa primavera
don y presagio para el huerto mío:
Hoy que a vosotras cariñoso fío
dulce recuerdo en carta mensajera,
repetid a la niña que os espera;
que encadenó mi suerte y mi albedrío.
Decidle, si su frente se arrebola
en leve tinta del carmín huida
o robada al color de la amapola
que a su virtud mi voluntad rendida
guardo en el corazón para ella sola
todo el amor de mi alma y de mi vida.
Orizaba, 1904.
Rafael Delgado