LA CEIBA (En el Camino de Nogales)
A Juan B. Delgado
¡Cuán próvida, a la vera del camino
de opulento follaje coronada,
grato frescor y sombra deseada
brinda tu regia copa al peregrino!
Perdure tu benéfico destino
luengos años —honor de la cañada—
y del hombre y del cielo respetada,
vence la gloria del excelso pino.
A tu alcázar de frondas, lisonjeros,
traigan de abril los vientos gemidores
oropéndolas, mirlos y jilgueros;
y de brumoso invierno en los rigores,
a tus frutos de púrpura postreros
orquídea montaraz junte sus flores.
Rafael Delgado