A Eugenio Padorno
Hoy es la muerte de una mariposa
volando sobre el mar
lo que ha llenado el día.
Buscaba una ola quieta
en que poder posarse
y no volvió del agua.
No hubo suicidio,
lucha
ni tristeza.
Llegó tan sólo al borde de sí misma,
al ras con ras de su silencio,
con esa sencillez con que el cielo es azul,
nube la nube y pájaro el sonido.
El mar no la hizo suya,
no pudo dominarla.
Cuando cayó estaba ya cumplida
la mariposa que era,
el preludio de libertad de su vuelo.
(1964)
Pedro García Cabrera