NOCHE DE TRISTEZA
a Salvador Martín López
Ha venido de lejos
a tus sienes.
Los tornos de alfarero,
las espigas,
la lluvia,
la desconocen.
No es sonrisa
recental,
rama verde.
Es niebla
que rumia
en tu cajón de sastre.
La quieres, sí, la quieres
y te haces
pantalones con sus lágrimas.
Todos tus huesos
le están haciendo
el amor.
Renúnciala,
conviértela en paloma
sin azotea en que posarse,
mátala incluso
antes de que haga nido en tu alegría.
Pedro García Cabrera