GRANITOS DE ARENA
XXXV
Ya no sé si mis horas son las tuyas,
si es el tuyo o el mío este desvelo,
si el corazón me late en las arenas
o si es la arena voz del pensamiento.
Si me doy a tu abrazo no me hallo,
si me busco en mí mismo no me encuentro.
Y estoy entre tu alfanje y mi garganta
en un aire sin alas prisionero.
En esta encrucijada de ponientes
mis límites por ti cruzan abiertos,
y mis sures desaguan en tus nortes
y en tus nortes se apagan los luceros.
Y no saber dónde mi mar comienza
ni dónde se termina tu desierto.
Pedro García Cabrera