GRANITOS DE ARENA
XXX
Te siento contra mí dándome vueltas,
sitiado el corazón y la mirada.
Y si agrios son tus sures, tus ponientes
a mis trigos le muestran la guadaña.
Y tus nortes son cepos y espejismos.
Y tus estes, los filos de una espada.
De lejos y de cerca, va la muerte
noche y día tocando sus rondallas.
Y arropas tus sigilos avizores
en tus lentas enaguas de campana.
Y escuchas de mis venas los latidos
en tu sueño de inmensa telaraña.
Y me rondan los corros de tus dunas.
Y tus voces de alfanjes me amenazan.
La rosa de tus puntos cardinales
es un cerco de fosos y de lanzas.
Pedro García Cabrera