EN TU ALEGRÍA ESTÁS
En mitad de la frente de los días
tu gran pedrada, isla,
destroza porcelanas y cristales,
permaneciendo en ti, recién clavada
flecha de sinrazón sobre los mares.
Y así hiendes los siglos en sus cráneos
de pajaritas de papel y sellas
con tu fotografía los espejos
que se sueñan tenerte ya raptada.
Pero esa no eres tú, la imaginaria
San Borondón. Eres la que se aprieta
con todos los caminos la cintura.
La que nunca se sale de sí misma
aun siendo altivo barandal de mares.
La que todo lo eleva a plenitudes
en olvido de espumas y luceros.
Esa que se soporta sin angustia
en mitad de la frente de los días.
Pedro García Cabrera