LIQUEN 19
A la mañana,
los globos reventados de las nubes
le escondieron la luz y el horizonte.
Tan sola la dejaron
que está
llorando cristales deslustrados.
En vano el arco-iris
le cuenta su historieta de colores,
y el viento desenrolla serpentinas.
Pero el sol es monóculo
en el anuncio del brillol.
Y el horizonte se ciñó a la isla
para hacerla bailar como un trompo.
Una copita rubia
—wisky, cognac, cerveza—
para la niña sola.
Pero es en vano,
que todo el sol
lo exportamos en cajas al Ecuador.
Pedro García Cabrera