LIQUEN 20
Detrás del gran pellizco que el malecón
algo degenerado le tiró al mar,
todos los meridianos de mar y tierra
abuchean la noche que está en verbena.
De mares extranjeros vinieron olas
que arrastran sus canciones sobre la arena.
Del Polo encristalado, que vio encenderse
los géiseres azules de las ballenas.
Del Ecuador caliente
que sacó el positivo de las palmeras.
De los mares tranquilos en donde el viento
la superficie limpia calafatea.
De los fondos marinos donde las algas
crecieron junto al seno de las sirenas.
De las grutas más hondas y retorcidas
donde los calamares se hacen cosquillas.
Las olas navegantes de todos los mares
celebran su verbena cosmopolita.
Pedro García Cabrera