MI DIOS
Florece ya, mi Dios, y resucita
Al fiel del tercer día, que me muero
En esta aberración de invernadero
Que me cansa un dolor de estalactita.
No me cabe tu nombre en lengua escrita
Ni sé llamarte, Dios, cuando yo quiero,
Ni he buscado tu sangre en un madero
Ni una oración te puedo dar por cita.
Quiero saber de Tï cuando no sepa
Hallarte en la verdad clarividente
De tu plena ignorancia sosegada.
Que quepas Tú, mi Dios, donde yo quepa,
Si hay para Ti un lugar que esté caliente
En este neverío de mi nada.
Sevilla, 1972
Carlos Rivera Ortiz