ADIÓS, LIBÉLULA
Adiós, libélula, adiós patraña dulce
«de los álamos vengo, madre»
Vengo de las praderas
De las islas sumidas
De los perdidos ojos del chopo.
Vengo de amar a diós libélula
De amar gamente amar
Desde los equinoccios y las olas
Desde las torres y los cisnes
Desde la nieve y el clavel
Adiós
Libélula
Patraña innumerable enamorada
De libertad herida
No pudiste ser polvo
Ni lágrima
Ni muerte
Adiós
Libélula.
Sevilla, 1980
Carlos Rivera Ortiz