MAR DE OLVIDO
Inatrapable esencia, mar de olvido,
Alto confín de soledad, ausente
En ti y sin ti que, silenciosamente,
Te vas y no te vas, como un latido.
Obseso de la luz y repetido
En el cielo que ahonda su simiente
En tu diario amor, que es el ser fuente
Tu vocación, oh mar, por no ser nido.
Te vas y no te vas, nunca saciado
De amar y desamar, siempre poseso
Del cielo y de la tierra, tu embeleso
Y tu inocente original pecado,
Que esa es tu culpa, mar, culpa de beso
Eternamente huido y encontrado.
Córdoba, 1971
Carlos Rivera Ortiz