DE LO QUE MOBY DIK ME GRITA EN EL COMBATE
... chaval, no te amilanes ni acojones, porque, si te acojonas,
van a caerte como buitres las hostias, tropezarás y serás roído por chinches y piojos,
verás la luz en negro y tus noches serán un pozo plagado de ratas, de búhos y cornejas;
... chaval, si te acojonas no vas a tener salida, y con el rabo entre las patas, como un vil paria
o puta por rastrojo, vas a andar constantemente huyendo, maldiciendo y huyendo
de un lado para otro;
¿ ... y tú, eso, piraña, tú eso...? ¡ vamos... ! te conozco; sé que antes reventarás,
sé que te frotarás y sacarás los ojos, que inventarás molinos con espadas
y que alegremente te jugarás las manos y la vida ¿ a qué, a qué esperas ? corre y no llores;
cualquier vulgar pichambre tiene su peste que comerse: una suerte rabona y sucia que matar
y en que mirarse;
¡ ... vamos, piraña, vamos, es tu oportunidad, salta, salta sobre el mundo ahora que está
ardiendo y jódete, quémate o rómpete el espinazo y pégatelo a trozos; luego,
cuando estés bien jodido y hecho trizas - sí, he dicho bien jodido y hecho trizas -
después, insisto, cuando pretendas levantarte y de verdad quieras llorar porque quieras vivir,
entonces, chaval, ya, ya hablaremos detenidamente; no ha llegado tu hora.
Orión de Panthoseas