SECUENCIA DE LOS DÍAS
¡ ... quién, quién no tiene memoria del temblor de una tarde
o no coge un rastro de polvo en el dedo tras la ausencia…!
El mundo es apenas un tibio cariño, una rueda infinita y un tintineo
de agua. Sólo, apenas.
todos los hombres estuvimos reunidos un día para construir una plaza viva
y la plaza se asustó, se fue, y todavía seguimos
buscándola;
… porque hay quien coge un puñado de tierra y lo aprieta y lo
entierra en la mano,
y hay quien siembra en él y, con el fuego hallado, tras
restañar la locura,
construye la mañana e inicia con ella la resurrección del
mar
… los días comunes son así: cuesta andar por la
mañana y llegar a los mercados,
cuesta toser, saludar, sentir la luz en la sien,
escucharla.
¡ ... ah, si no instituyéramos tormentas… ! Porque la
mayor parte de nuestras vidas,
- lo sepamos o no - la pasamos cerrando cosas
y defendiéndonos del ruido
y el miedo que produce la eternidad creada.
Por dentro, y mientras escribo esto, el viento, ululante y frío,
me golpea y aturde.
Es mi tormenta helándome y deshelándome, la que me hace y
que aún no acierto a mirar
y no puedo describir. Por eso, por eso seguramente la temo.
Orión de Panthoseas