CANCIÓN DE CUNA PARA MI HERMANO
Tú, nacido en la hoja de la brisa,
que una tarde descendió a mis manos,
junto al río,
cubierta de nostalgias y sonrisas,
tú, hermano mío.
¿Cómo decirte que esperaba en ti la llave
del solitario soñador?
Te diré que acostumbré a mirarte,
pequeño y observador,
que te bastaba saber en la tarde,
que te olvidaba yo,
para que simularas mis andares,
mis gestos, mi voz.
El príncipe destronado —dijo el poeta—
el hermano,
porque fue siendo tu hermano, que crecí,
y tú, bajo mi sombra, que seguías,
te hice de mi vida la fantasía,
y te hice parte de mí.
Tú, nacido en la hoja de la brisa,
que una tarde descendió de mi vacío,
cubierta de nostalgias y sonrisas,
tú, hermano mío.
Juan Miguel Melgar Becerra