CREPÚSCULO DE ATARDECER

Ahora, al sol del crepúsculo de almidón, de la cena
que llora en el hogar,
de todo aquello que perdimos y que nunca llegó,
quiero que sepas, corazón, quiero que entiendas este
murmullo de ilusiones, porque todo en ti, romance o doctrina,
se me va por los restos de tu cuerpo y ya no vuelve.

He sido poeta, trovador pretensioso, inteligente hasta
un punto de cortesía, sabes, corazón, de mis palabras y mis hechos.
No sé que decirte de la mañana, el por qué de este temor
frío, y es tu reflejo, que está dentro de mí, que nadie ve,
tan bello como es tu reflejo.

Yo fui adolescente, disculpe Dios que olvidara ayer el castigo
de la duda, esta deshojada flor que te hace olvidarme,
que me prolonga la agonía y te soy sincero.

Ahora, al sol del crepúsculo de hielo, de esta corbata arrugada
de invierno, quiero que sepas, corazón, que nunca te olvidé.