TATUAJE
Llevo marcado
en el rostro
los mil atardeceres
de miedo,
y cavilaciones
de amor
y conquistas.
Ríos rosas
surcan el cielo
de golondrinas
pendientes,
de mis sueños
sustento.
Llevo marcada
la furia
desatada en mis
nudillos,
desnudos
a la espera
del más opulento
cetro,
o de la espada
con la que tomarlo.
Llevo marcado
en mi mente
que el sufrimiento
es el camino
del éxito,
y por ello sangro,
sangro sin motivo,
sangro
palabras vacías,
en vano.
Débil,
indefenso,
a la espera
de mi cetro.
F. Javier Gil Segura