Sombra
y una raíz escondida en el silencio
mientras se agota el tiempo de riego.
Humedad precipitada luego
cuando lo amarillo se ha arraigado en la piel
y el destino se detuvo para sortear la ley
que le arrastra antes de verdecer en campos de idéntico rocío
donde la lluvia cae distinta
y las hojas se mueven por la brisa que abriga un cambio
sólido en el sueño que anuncia hitos infranqueables
hasta que un nuevo bloque de luz se instale.
R. Arturo Espinoza Neyra