AGUARDA CORAZÓN
Aguardemos. Mañana será el día.
No te impacientes, corazón... ¡Espera!
y verás, como estando entre tus brazos,
no ha de ser tan horrible esta agonía...
Aguardemos, corazón... Será mañana;
Cuando vuelva a despertar el nuevo día,
cuando toquen a gloria las campanas
y se vistan de fiesta, mis pupilas...
Aguardemos, corazón... que así, la espera
ha de ser como el néctar de las flores,
cuándo él diga: —Amor de mis amores...
Aguardemos, corazón... ¡Calla tu pena!
No demuestres de tu alma los dolores,
que mañana... Será tu noche buena.
Cristina De Fercey