EL ÚLTIMO VERSO
Perdido en la vasta visión de una telaraña...
Pienso en los otros laberintos, no menos irreales:
Pienso en la soledad de Asterión que con su sombra baña
De su casa los pasillos finales,
Pienso en el desierto que un árabe soñó,
Pienso en los planetas que niegan en antiguo sistema,
Pienso en el universo que el Dios configuró
Bajo la forma intangible de un poema.
Todo desciende de mi pluma gastada,
Mi pluma que registra (una vela cae en mi aposento.
El fuego invade la telaraña, el laberinto, el universo.
Quema mis papeles y libros; miro mi mano chamuscada
Y aunque el fuego me quema, estoy contento:
A salvo en mi mente está el último verso).
César Lizárraga