MUJER
Mujer, es para mí quererte la agonía,
el sueño perdido en la arena de la isla,
veredas que deshojan al viento como a lilas,
la noche tan poblada de remotos centelleos,
los cabellos que recorren la distancia de tu adiós.
Es para mí, mujer, quererte la alegría,
cosechar cada mañana tu sonrisa retoñada,
el chapoteo de los niños en el arroyuelo,
el perfume de tus calles como abrazos,
el silbido distante de las gaviotas sobre el faro,
la hierba inquieta, los veleros en la tarde.
Quererte, mujer, es para mí
como el vaivén de tus olas y la brisa,
como el reflejo blanquecino de las rocas,
como callar mi fervor junto a la hoguera,
el recuerdo forjado en tu divina soledad.
Alonso Véner