II
Los astros se han callado,
he caminado con pasos húmedos de oruga,
con filamentos invisibles que desafían al viento.
Un ruido me adormece, me refugia
y se consumen mis manos con un esfuerzo de luna.
Sobre caminos enredados que me abrazan
se apresa mi risa como hojarasca florecida,
se disfraza de mano que recolecta figuras en violeta.
Alonso Véner