I
Amaneció con rostro invisible.
La luz se desliza como hojas de légamo,
cada vez es más fácil no hacer nada
o hacerlo con otras manos
que son como cruces de águila.
¿A que juegan las nubes hoy?
Vagan transformadas en ancianos,
llueven historias algodonadas.
La madera casi no se nota,
inundada por temblores herbales
y refugios volátiles.
Alonso Véner