CXXI
LA UNIÓN CON DIOS
Vorrei voler, Signor, quel ch'io non voglio
Miguel Ángel.
Querría, Dios, querer lo que no quiero;
fundirme en Ti, perdiendo mi persona,
este terrible yo por el que muero
y que mi mundo en derredor encona.
Si tu mano derecha me abandona,
¿qué será de mi suerte? prisionero
quedaré de mí mismo; no perdona
la nada al hombre, su hijo, y nada espero.
«¡Se haga tu voluntad, Padre!» —repito—
al levantar y al acostarse el día,
buscando conformarme a tu mandato,
pero dentro de mí resuena el grifo
del eterno Luzbel, del que quería
ser, ser ce veras, ¡fiero desacato!
Salamanca, 9-I-1911.
Miguel de Unamuno