CXV
EX-FUTURO
¿A dónde fue mi ensueño peregrino?
¿a dónde aquel mi porvenir de antaño?
¿a dónde fue a parar el dulce engaño
que hacía llevadero mi camino?
Hoy del recuerdo sólo me acompaño
—recuerdo de esperanza— y me imagino
que al fin vendrá la paz a mi destino
con el terrible olvido soterraño.
Por más terrible que la vida misma
porque esa paz es muerte en que se abisma
el loco afán de los perdidos bienes,
y en ella, desterrados de la guerra,
con su mano implacable va la tierra
deshojando la flor de nuestras sienes.
Salamanca, 15-XII-1910.
Miguel de Unamuno