CXIII
¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?
L'homme est périssable. Il se peut; mais
périssons en resistant, et si le néant nous est
réservé, ne faisons pas que ce soit une justice.
SÉNANCOUR. Obermann, lettre XC.
Por si no hay otra vida después de ésta
haz de modo que sea una injusticia
nuestra aniquilación; de la avaricia
de Dios sea tu vida una protesta.
Que un anhelo sin pago así nos presta
y envuelto de su luz en la caricia
el dardo escuro que al dolor enquicia
en la raíz del corazón asesta.
Tu cabeza, abrumada del engaño,
en la roca descansa que fue escaño
de Prometeo, y cuando al fin te aplaste
la recia rueda de la impía suerte,
podrás, como consuelo de la muerte,
clamar: «¿por qué, mi Dios, me abandonaste?»
Salamanca, 9-XII-1910.
Miguel de Unamuno