PIEDAD
Busca de tu alma la raíz divina,
lo que a tu hermano te une y asemeja
y del puro querer que te aconseja
aprende fiel la santa disciplina.
Oye a tu humanidad cual te adoctrina:
«Todos soy yo, en mi alma se refleja
todo placer y toda humana queja»,
y del falso vigor siempre abomina.
Los débiles forjaron la patraña
de que no obras de amor, sino de ira
todo progreso cual cimiento entraña,
mas en vano la mente con mentira
la luz del corazón cuida que empaña,
que al fuerte siempre la piedad le inspira.
Miguel de Unamuno