VIANDANTE
Nel mezzo del camin...
Vengo desde lo ignoto: traigo herida la planta,
mancillado el ensueño y el ideal marchito;
de los mágicos valles del amor soy proscrito;
mi bordón sólo polvo de recuerdos levanta.
En mi sombra ninguna claridad se adelanta,
y a solas en la noche, desolado y contrito,
contemplo con mirada de estupor lo infinito,
y mi duda, en presencia del azul, se agiganta.
Mi taciturna frente ya quimeras no forja;
roto está, cual la malla de mis sueños, mi vaso;
leve, como la huella de mis pies, es mi alforja.
En mi rostro ceñudo la fatiga se advierte,
y prosigo la marcha y aligero mi paso,
a ver si al fln consigo no andar más, en la muerte.
Miguel Rasch Isla