LA PIEDRA CANSADA
Dijo el Inca: —«Oh mis vasallos,
volad a punas y valles,
quiero moles de granito,
de granito colosales».
Se lanzan los fieles indios,
a centenas, a millares
por laderas y por cumbres,
por desiertos y arenales.
En cansados hombros cargan
el monolito gigante
y vacilan, y flaquean,
y desfallecen y caen.
El granito se desploma,
y, a su golpe formidable,
los tristes indios perecen
a centenas, a millares.
—«¡Al trabajo, perezosos!»
Grita el Curaca implacable;
mas la piedra, fatigada,
dice: —«¡Basta!» y llora sangre.
Manuel González Prada