LLUVIA EN EL NORTE
(Ritmo sin rima)
A través de mis persianas, busco azul y atisbo día.
¡Ni un girón de firmamento! ¡Sólo lluvia, sólo nubes!
¿Es que océanos y mares, suspendidos a la Luna,
de la Luna se despeñan en furiosas cataratas?
Se diría que celestes muchedumbres de gigantes
lloran hoy el desamparo de la Tierra y de los hombres.
Fuera, nubes grises, nubes gestadoras de la lluvia.
Dentro, exangüe luz filtrada por los glaucos transparentes,
en mi estancia repercuten, como adioses a la vida,
los monótonos vaivenes de un reloj infatigable;
y en un búcaro de China dos ardientes flores sangran,
como rojos corazones arrancados de los pechos.
Dadme un Éter sin nublados, dadme un Sol de luz sanguínea;
No me deis un Sol enfermo de clorosis y de anemia.
Yo los párpados entorno y en visión despierta, sueño
con la púrpura y la gualda de los días tropicales.
Siempre amé los cielos rojos, la mordiente luz de Estío;
no las brumas cimerianas, los crepúsculos polares.
Oh Mignón entristecida, yo comprendo tu nostalgia,
tu nostalgia por la tierra donde crece el limonero.
Como en lluvia se deshacen los espesos nubarrones
¡Quién pudiera en mar de llanto deshacerse y disiparse!
Sin el lloro en las pupilas, sin las quejas en los labios,
en silencio te devoras, corazón entumecido.
El peor de los dolores, el dolor sin el lamento;
la peor de las congojas, la congoja sin el llanto.
Mas la lluvia que en las tejas va cayendo tristemente
tristemente va llorando mi tristeza de vivir.
Manuel González Prada