HORA X
Hoy que acoges, señora,
Muestras de estimacion con leda frente
En el libro do el lápiz atesora
Recuerdos de tu vida
También mi afecto puro halle acogida.
¡Oh! si una vez los montes
Mover pudiese el verso peregrino
Cual la fe viva, o si de blanda rosa,
Cual la oracion ferviente, milagrosa,
Supiera entapizarnos el camino,
Yo a su influjo divino
Te alzara un porvenir, fueras dichosa!
¡Mas di, oh joven! ¿qué falta a tu ventura?
De gracia y de natura
En ti reúnes armoniosos dones,
Y encanta tu bondad los corazones
Cual campos fertiliza
Limpia fuente que bulle y no murmura.
¡Ah! falta, falta solo
Que en el sendero humano
Cosa que mires, flor que toques, sean
Dignas de tu mirada y de tu mano,
Y homenaje te den cuantos te vean.
Eso mereces tú, yo lo deseo,
Y de engañarme trato
Con tan bella ilusión. Mas ¡dura pena!
La verdad es que el mundo es muy ingrato;
No hay hombre digno hasta donde eres buena!
Miguel Antonio Caro