SU IMAGEN
Guarda el rico su oro
En honda sepultura:
Yo así el nombre que adoro
Junto con mi ternura
En el pecho atesoro.
Como la sensitiva
Que si acercarse siente
O el aura fugitiva,
O la abeja que liba,
Se cierra de repente;
Mi corazón de todo
Recela de tal modo,
Y no deja que esplenda
Al sol su oculta prenda...
¡Ni que resbale al lodo!
Tengo un sagrario dentro,
Allí imágenes caras;
Cuando en él me concentro,
Placer arcano encuentro
Postrándome a sus aras,
Allí también tu imagen
Cual hecha en mármol dura;
No hay allí ofrenda impura,
No hay pensamientos que ajen
Su angélica hermosura...
Del papel a la mente,
¡Oh versos indiscretos,
Tornad! Mano imprudente,
El alma no consiente
Reveles sus secretos.
¡Tornad, versos! No es dado
Al idioma del hombre
Mil veces profanado,
Llevar puro su nombre
Qae yo en celar me agrado.
No le es dado a ese idioma
Mil veces engañoso,
De mi amor respetoso
Llevar puro el aroma,
Que yo exhalar no oso.
¡Oh silencio querido!
Si alas y voz tuvieras,
Yo haria que allá fueras,
Y mi amor, al oído
Del alma, la dijeras!
Dijérasla que pura,
De insulto vil segura,
Ella en mi pecho vive,
Y el indenso recibe
Santo de mi ternura:
Que aunque nunca ha soñado
El grato modulado
De su voz en mi oído,
Ni a tocar he llegado
La orla de su vestido,
¡Como a deidad clemente
Mi corazón la adora,
Y peregrino, ausente,
Guardaré reverente
Su imagen protectora!
Miguel Antonio Caro