VIEJOS ZAPATOS ROTOS
Cien días de alcancía y uno de regateo...
Honorables zapatos que vienen de cien días...
Viejos zapatos rotos, ¡vienen de tan adentro!,
que saben más secretos del grito que del pie.
Viejos zapatos rotos, hoy están más que rotos...
Hoy por los agujeros les va saliendo vida.
Caros zapatos rotos, que nacen de las manos,
y duelen en los ojos y duelen en la voz.
Viejos zapatos rotos: cien días de alcancía...
Las monedas brillaban como gotas de llanto.
América no sabe que la mañana ahora
viene del agujero de tus zapatos rotos.
Manuel del Cabral